La soya, entre la guerra comercial y la peste porcina

La Federación Nacional de Cultivadores de Cereales y Leguminosas – FENALCE, en su edición digital de El Cerealista, analiza la situación por la que atraviesan los productores de soya en el mundo, y la afectación de las importaciones por la subida del dólar en los últimos meses.

La cotización de la soya, a julio de 2018 en la bolsa de Chicago llegó a los 291 dólares por tonelada, el precio más bajo en los últimos diez años.

Ahora, ¿qué ha sucedido en el mercado con esta materia prima? Varias situaciones coyunturales. En primer lugar, el brote de peste porcina africana que padece China desde agosto pasado, que ha matado más de 78 millones de cerdos en ese país, podría llegar a 130 millones este año.

En segundo lugar, ante la incapacidad de producir carne de cerdo, China ha disminuido su demanda de soya, afectando principalmente a Brasil, un importante socio en medio de las tensiones comerciales con los Estados Unidos, cuyas exportaciones del grano cayeron 13% durante el primer cuatrimestre de 2019.

Una tercera causa obedece al crecimiento desmesurado de los inventarios de la oleaginosa en EE.UU. que cerraron la temporada 2018/19 con 27 millones de toneladas, frente a 11,9 millones de la temporada anterior, incremento de 127%, según los reportes de la agencia estatal Usda.

Lo anterior se explica, en parte, como consecuencia de la guerra comercial con el gigante asiático, la cual se ha profundizado en las últimas semanas después de que el gobierno de Trump impusiera aranceles del 25% a las importaciones chinas avaluadas en US$200.000 millones. A su vez, el presidente chino, Xi Jinping, anunciaría aranceles ‘represalia’ por US$60.000 millones a los productos estadounidenses.

Una cuarta razón para el bajonazo en los precios de la soya está en la participación de China dentro del total de exportaciones de los Estados Unidos de ese grano, que cayó de 65% en 2017 a 27% en 2018.

Aunque no directamente relacionado, adicional a este caso se tiene que las condiciones climáticas del cinturón maicero estadounidense han retrasado las siembras del cereal, lo que ha generado la expectativa para que esas áreas terminen sembradas con soya, incrementando aún más los inventarios, mientras caen (17%) sus exportaciones.

Los que sacarán la mejor partida de la situación serán países como Brasil, Canadá, Argentina y la Unión Europea, que suplirán la demanda de cerdo de China; estos países no le exportarán soya, la destinarán a la producción de cerdo para suplir con carne la demanda de ese mercado asiático.

Se calcula que China importará el 26% de su consumo anual que asciende a 55 millones de toneladas de productos porcinos.

Ahora, la pregunta que ronda en el ambiente es: si la producción mundial de cerdo se incrementa en gran escala, ¿subirá el precio del maíz en medio de la coyuntura bajista de la soya?

En Colombia los efectos aún no son visibles, porque las importaciones de soya y torta de soya durante el primer cuatrimestre de este año no presentan cambios significativos con respecto al mismo periodo del año anterior, mientras que los precios nacionales del cerdo se mantienen estables. Seguirán siendo caras, pero por la devaluación del peso frente al dólar.

GacetaRegional

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